Bodegas del Rosario
Desde la ocupación romana encontramos en Bullas elementos relacionados con la tradición vitivinícola.
El dato más significativo de la intensa producción vitivinícola de Bullas lo proporciona la gran cantidad de bodegas tradicionales encontradas y aún conservadas, tanto en el casco urbano como en el rural.
La concentración es tan importante que casi todas las casas del casco antiguo atesoran antiguos restos de bodegas, algunas de las cuales se mantienen en perfecto estado de conservación y tienen más de 300 años de antigüedad.
A lo largo del siglo XX, Bullas obtuvo el reconocimiento oficial por la calidad y singularidad de sus vinos en toda la Región con la creación de la Denominación de Origen Vino de Bullas.
En las primeras etapas de la Denominación de Origen Bullas, Bodegas del Rosario se convirtió en la única bodega inscrita en el Consejo Regulador.
Mientras que el resto de las bodegas de la zona no se interesaron por el tema, la cooperativa se convirtió en parte activa en la obtención de la denominación, lo que supuso una oportunidad para mejorar la calidad de los vinos y, por tanto, la imagen de la viticultura en la región. Actualmente, Bodegas del Rosario es la principal bodega de la D.O. Bullas, exportando más del 95% del total exportado de esta D.O.
Bodegas del Rosario cuenta con una Nave de Crianza, perfectamente adaptada a la fase de maduración en madera de los vinos, y dispone de 600 barricas donde se realizan los principales procesos para aumentar su complejidad: clarificación natural, trasvase de los compuestos de la madera y microoxigenación lenta. Las principales herramientas que utilizamos para el proceso de envejecimiento son tres: uso de barricas de roble americano y francés, uso de barricas de diferente capacidad y, por último, un uso equilibrado de la edad de las barricas que va desde las maderas jóvenes hasta las de cinco años como máximo.